Tiempo de autocuidado

Como suelo ser responsable en temas de salud, desde finales del año pasado estoy en el proceso de un par de endodoncias que resultaron ya impostergables. A partir de febrero de este 2025, ya con el tema laboral resuelto, retomé el seguimiento para concluir lo que hacía falta. 

En marzo, localicé entre la oferta local a un médico endocrinólogo, porque señora por cumplir 49 y para monitorear temas de salud general y específicos. Se programó la cita para el lunes 2 de junio; al parecer, mi doctor tiene alta demanda de pacientes y su agenda estaba llena por más de dos meses. Me recordó los puestos de tacos callejeros que vemos llenos de clientes, al pasar, y pensamos “deben estar muy buenos”. Así con mi doctor: debe ser muy bueno en su especialidad.

Tuvimos, finalmente, la cita. Resulta que mis hormonas siguen como si tuviera 30 (lo que tiene no es menopausia, señora). Pero, una revisión con ultrasonido en la zona tiroidea nos colocó en cita de seguimiento para biopsia. Esa palabra: «biopsia». ¿Qué dice la RAE?

f. Med. Extracción y examen de una muestra de tejido tomada de un ser vivo, con fines diagnósticos.

Yo soy el ser vivo (aún). El fin diagnóstico: toma uno, toma dos, toma todo o todos ponen. La experiencia de vida, los casos de familiares o conocidos son la referencia; una biopsia puede ser la mejor noticia… o la peor.

Entonces, como suele suceder, mi mente estuvo evadiendo el tema, para no entrar en pánico, desde el 2 de junio, cuando salí del consultorio de mi endocrinólogo. Un incidente de cálculo espacial con el auto me hizo —de golpe— poner los pies en la tierra y asumir mi preocupación. Hice las citas correspondientes y reforcé mi estrategia de autocuidado 2025: nutriólogo, psicóloga y, sí, cita para biopsia.

En el ínter, una inesperada extracción de tercer molar superior derecho se nos atravesó en el proceso de concluir con la rehabilitación de mi segundo molar superior derecho, luego de la endodoncia. Para no hacerles el cuento más largo: en la misma semana biopsia y extracción de muela del juicio. Aún sigo doliéndome del ataque punzo-cortante en el cuello y alimentándome con dieta blanda y sin grasa, en tanto mi encía termina de sanar.

La buena noticia, hoy, a las 3:04 de la tarde vía WhatsApp:

Su resultado fue el mejor posible, nos dice que no requiere de cirugía y fue negativo a cáncer.

Tan pronto lo leí, sentí cómo una exhalación profunda me dejaba livianita y con una sonrisa en los labios. Confieso que en estos días no quise preocuparme y, de pronto, hasta olvidaba el asunto. Pero, el mensaje del médico me hizo recordar… y soltar el peso enorme que traía (no en los hombros, no, sino en el pecho… desde la entraña).

Cumpliré 49 el próximo mes. Debo estar preparada para esta parte de la vida… y hacer lo que se debe, lo que esté en mis manos.

Hoy me siento feliz, con esa felicidad que se siente como oportunidad. ¿De qué?… no lo tengo claro… de estar viva, supongo; de vivir.

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